¿Usar protector solar sólo en vacaciones?

EL PROTECTOR SOLAR, TU MEJOR ALIADO 

La exposición al sol puede causar quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, daño a los ojos y, peor aún, cáncer de piel. Por lo tanto, es importante proteger la piel de los daños ocasionados por el sol durante todo el año, pero particularmente en vacaciones cuando pasamos más tiempo al aire libre.

¿Qué es un protector solar?

Los protectores solares, también conocidos como filtros, pantallas o bloqueadores, son productos que minimizan el riesgo para la piel de sufrir los daños ocasionados por los rayos solares.

Sin embargo, es importante señalar que no existe un producto que actúe como una barrera protectora “total” contra las radiaciones solares.

Estos productos vienen en diversas presentaciones como lociones, cremas, aceites, mantecas, pastas, geles, aerosoles y aplicadores en barra. 

En cuanto a los aerosoles que facilitan la aplicación, se corre el riesgo de que no cubran lo suficiente y se desconocen los efectos de su inhalación; además, son inflamables, por lo que deben tomarse las precauciones correspondientes.

Todos los protectores solares protegen contra los rayos ultravioleta de onda corta (UVB), pero sólo los de amplio espectro han demostrado brindar protección suficiente contra los rayos de onda larga (UVA). Por ello, son más recomendables.

¿Cuál es la composición de los filtros solares?

Según su composición, los filtros pueden ser químicos o físicos. 

Los filtros solares químicos contienen ingredientes que absorben los rayos solares y los transforman en energía térmica: octisalato, octocrileno,  octinoxato,  oxibenzona, avobenzona, homosalato, ecamsulo, octil salicilato, ácido paraaminobenzoico (PABA), entre otros. Así tenemos que, por ej., la oxibenzona absorbe tanto los rayos UVA como los UVB, mientras que el PABA solo absorbe los rayos UVB.

Aunque no está prohibido el uso de PABA en los protectores, no se recomienda el uso de bloqueadores que lo contienen ya que pueden causar alergias en la piel.

Los protectores solares físicos actúan formando una barrera “física” que refleja los rayos solares mediante el uso de sales minerales, como el óxido de zinc y el dióxido de titanio.

Estos protectores suelen ser mejores para las personas con pieles sensibles y para los niños porque permanecen más tiempo sobre la piel. No obstante, las pruebas de Consumer Reports sugieren que las pantallas solares físicas son generalmente menos efectivas que las pantallas solares químicas. 

Tenga en cuenta que los ingredientes activos se degradan con el tiempo perdiendo su efectividad, así que verifique la fecha de caducidad en el envase.

¿Cómo se clasifican los protectores de acuerdo a su grado de protección?

El grado de protección solar de un bloqueador viene indicado por el factor de protección solar (FPS o SPF) que es un número que va del 8 al 100.

El FPS multiplica la capacidad natural de defensa de tu piel ante las radiaciones solares. Esto quiere decir que podrás permanecer más tiempo bajo el sol antes de la aparición del enrojecimiento previo a la quemadura.

Un protector solar etiquetado con un FPS 15 significa que la piel tardará 15 veces más en quemarse, comparado con lo que tardaría sin usar protector solar alguno. Un protector solar con un FPS 50 significa que le tomará a la piel 50 veces más tiempo para quemarse.

Cómo seleccionar el protector solar para tu familia 

Elegir cuál es el FPS adecuado debe responder a las características de la piel de los miembros de la familia.

Existen 6 fototipos de color de piel, que van desde la piel blanca a la piel muy oscura. Cuanto más clara sea, mayor deberá ser el FPS para protegerla y viceversa.

Las pieles muy blancas son más sensibles a los rayos UVB del sol, por lo que requieren el uso de un FPS 50 o superior. 

Si, en cambio, la piel es oscura, tiene mayor protección natural contra el sol (melanocitos), por lo que no se necesita un FPS muy alto.

Por otra parte, no todas las pieles son iguales: las hay secas, grasas, mixtas. Si la piel presenta acné se recomienda aplicar un filtro en gel con un FPS superior a 30. En este sentido, conviene seguir las recomendaciones de un dermatólogo si la piel presenta lesiones, irritaciones o cualquier alteración.

Es importante tomar en consideración el lugar y el tiempo de exposición al sol, así como la vestimenta: si vas a la playa y te vas a exponer por mucho tiempo al sol, usa un bloqueador con un FPS alto. Si estas en la ciudad o en un bosque, un FPS 15 bastará si usas ropa que cubra tus extremidades y un sombrero.

¿Cómo y cuándo se debe aplicar el protector solar?

  • Aplique el protector solar 15 minutos antes de la exposición al sol. La cantidad que utiliza y la frecuencia de uso influyen en la protección, por lo que debe volver a aplicarlo cada dos horas o tras nadar o sudar, incluso en los días nublados. La transpiración y el tiempo en el agua pueden reducir la eficacia del protector solar. Recuerde que el agua como la nieve reflejan e intensifican los rayos solares. 
  • Aplique el protector solar generosamente sobre toda la piel expuesta, incluyendo nariz, orejas, cuello, manos, pies y el rostro (pero evite que entre a la boca o los ojos). Levante las tiras de los trajes de baño y aplique el protector. Use manteca de cacao con un FPS de 30 en los labios y protector en barra en el contorno de los ojos. Si no tiene mucho cabello, aplique protector solar en la coronilla o use un sombrero.
  • Ningún protector solar es resistente al agua. Aquellos que declaran ser resistentes pueden durar hasta 80 minutos dentro del agua. Asegúrese de volver a aplicar el protector cada vez que salga del agua. 
  • Recuerde que debe revisar la etiqueta para asegurarse de usar el protector solar correctamente. Los protectores solares caducan a los tres años o en el tiempo que indica la etiqueta. Procure mantener el envase en un lugar fresco y a la sombra para evitar su degradación.
  • Ningún protector solar bloquea completamente la radiación ultravioleta y es necesario tomar otras precauciones, tales como vestir ropa protectora, gafas de sol y permanecer en la sombra cuando no esté bañándose en el mar o la piscina.
  • Los bebés menores de 6 meses no se deben exponer al sol. Vístalo  con ropa ligera que le cubra brazos y piernas, cubra la cabeza con una gorra y manténgalo bajo la sombra.

 

Elaborado por: 

Farmacéutica Thais Fajardo, MSc Microbiología

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